lunes, 6 de enero de 2014

La cruz del Romanticismo

Poesía en cruz


Sin duda, hablar de género en la poesía es hablar, con mayor o menor acierto, de la época romántica. Y me refiero al grado de certeza porque no toda la poesía romántica puede considerarse determinada por la figura femenina. Un ejemplo de ello fue George Gordon Byron que, a lo largo de su obra, en pleno Siglo XIX, con la ebullición exaltada de una poesía acotada a los amantes, dirigía sus escritos hacia otros sectores, aquellos marginales, malaventurados o cosacos -como el mismo solía tildarlos-. Quizá por ello era considerado un tipo raro, tachado de maníaco-depresivo. A fin de cuentas, como aseguró él mismo, y así aparece recogido en sus últimos dictados; fui romántico porque nací romántico, he vivido y muerto en el Romanticismo. Pero no por amar todo aquello que pueda perseguir de una mujer, ni por amar todo aquello que ella quisiera ostentar de mi, sino por la poesía. 
En mi opinión la poesía fue romanticismo, del mismo modo que fue épica, futurista e incluso destructiva. Es evidente que la poesía, por barroco que pueda ser su regusto, ha ido evolucionando -o involucionando, según se vea- a la par del devenir social. Ahora bien, el Romanticismo es aquel periodo que más a calado para el falto de relacionarse con ésta. Podría pensarse entonces que el Romanticismo es la cruz que soporta la poesía, y que, a su vez, el romántico lleva la carga del idealizado uso del género. Un cúmulo de coincidencias catastróficas para el resultado final, que no es otro que la poesía de hoy, y no aquélla.
Prueba de que la poesía no es sedentaria son muchos poemas actuales, que miran hacia atrás, y muchos enterrados que miraban hacia adelante. La poesía es capaz de pasar por infinitos estadios para terminar siendo siempre poesía. Ejemplo de ello es la obra <Papel mojado> de Mario Benedetti;

Con ríos
con sangre
con lluvia
o rocío
con semen
con vino
con nieve
con llanto
los poemas
suelen
ser
papel mojado.



En definitiva, aquello fue poesía, pero no todo aquello es poesía. En mi opinión, todavía el género, en el verso, mucho debe de andar para avanzar, pero aquello del Romanticismo murió, con los románticos. Y los que quedan, ya no escriben, ahora se limitan a sacar a bailar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario